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Vigésimo primera edición (2017-2018)

Voz Natura se acerca a la llamativa cifra de 200.000 árboles plantados desde 1997

 
Con más de 700.000 alumnos y 33.000 profesores participando en el programa ambiental de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre desde el curso 1997/98, no es fácil dar una cifra exacta. De hecho, durante la celebración del Día Forestal Mundial, más conocido como Día del Árbol, que tuvo lugar el miércoles en el emblemático cabo Fisterra, la coordinadora del proyecto Nazareth Díaz y José Antonio Díaz Núñez, miembro del comité científico y precursor de la actividad, en la que participa desde el primer día, hacían memoria. «Creo que debemos andar cerca de los 100.000 árboles plantados», apuntaba Díaz Núñez, mientras le replicaba la coordinadora: «¡Qué va! Hace mucho que rebasamos ya esa cifra, tenemos que estar muy cerca de los 200.000».

Números aparte, porque de lo que verdaderamente se trata es de crear conciencia, y de que los pequeños de la casa que se conviertan en un motor de cambio y de sensibilización ambiental para las familias y la sociedad en su conjunto, el éxito es indudable. Lo demuestran los numerosos y prestigiosos premios acumulados por Voz Natura durante estos ya 21 años de existencia pero, sobre todo, la importancia que le dan los docentes y la ilusión con la que lo acogen los escolares de los colegios participantes.

Este año el elegido para conmemorar un día tan simbólico, en presentación de los centros repartidos por toda Galicia que han formado parte de la iniciativa durante todo esto tiempo o están ahora dentro de ella, fue el Nuestra Señora del Carmen de Fisterra, con la profesora Julia Insua a la cabeza. De la mano de los agentes, técnicos y brigadistas del Distrito V con base en Vimianzo, los alumnos de la ESO plantaron cerca de un centenar de castaños en un pequeño valle del Monte do Cabo, mientras los más pequeños de infantil y primaria sembraban bellotas para contar con sus propias plantas de cara a futuras reforestaciones.

Además, en Fisterra, donde desde el 2010 en adelante han cambiado los pinos que utilizaban antes por frondosas autóctonas como robles y castaños, esta iniciativa cumple otra función a mayores, como les explicaba a los pequeños el agente medioambiental Xosé Calvo, al frente de la actividad con sus compañeros Pablo Vidal y Fátima Romero: la de levantar un cortafuegos natural frente a hipotéticos incendios. Estos árboles, dispuestos de manera estratégica, rompen la continuidad de las masas de pino y evitan que el fuego se propague, además de facilitar la extinción en caso de que se haga necesario.

En definitiva, de la mano de Voz Natura, los niños fisterráns y de toda Galicia aprenden cada día sobre su monte y como protegerlo. #FaiGaliciaVerde.