Día Mundial de la Energía en los centros Voz Natura
Este lunes se celebra el Día Mundial de la Energía, y por eso mismo el ecorreto de Voz Natura durante el mes de febrero es #RetoAhorramos.
El objetivo de esta efeméride es promover el uso de fuentes alternativas y disminuir el uso de las energías no renovables para frenar el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el deterioro de los ecosistemas y el agudizamiento del cambio climático.
Los centros educativos están metidos en proyectos destinados a entender qué es la energía, por qué ahorrarla constituye una buena idea y, por lo tanto, por qué todos, alumnos, profesores, padres, políticos, periodistas y cualquier otro, deben —debemos— ponerse en modo «consumo responsable».
Y eso es lo que hacen, por ejemplo, en el ourensano CEM Monteledo, donde Silvia Martínez sigue insistiendo en el ahorro, aprovechando para hablar sobre él porque tienen sensores de luz en muchos espacios. Realizan un gran proyecto de integración con alta participación comunitaria.
Otro aspecto distinto pero en el fondo no muy distante del anterior es objeto de los desvelos de la profesora Noemí Romay en el CEIP de Caión, un pueblo costero de la provincia coruñesa que lleva a cabo una gran iniciativa de concienciación sobre energías renovables y transportes sostenibles frente a la polución y la contaminación, los residuos y la falta de zonas verdes en las ciudades.
Los alumnos de 3.º y 4.º construyeron una maqueta que representa una ciudad sostenible, con sus paneles solares y sin olvidar el transporte, que debe moverse con energías renovables. «También estamos con el tema del reciclaje, y ahí trabajamos con los pequeños —añade Noemí Romay—. Instalamos un punto limpio propio y les explicamos por qué diferenciamos los residuos». El de Caión es un colegio en donde constantemente están sacando adelante ideas relacionadas con Voz Natura, y los de 1.º y 2.º andan enfaenados con la reducción de plásticos.
Hablar de ahorro de energía es toda una invitación a que Ramón Sineiro explique lo mucho que han hecho en el CPR Los Sauces, de Pontevedra, centro pionero en ecoauditoría escolar. «Tenemos residencia, tenemos piscina, y aquí todo lo que es gestión del agua importa mucho», comienza diciendo.
Cambia de tema y añade: «Los alumnos, de manera rotatoria, son encargados de planta, y eso implica revisar las aulas para que la luz no quede encendida, por ejemplo». Y lamenta, aunque se muestra comprensivo, que con el consumo de electricidad haya aumentado con el covid: «Por una parte hay que calentar las aulas, y por otra hay que dar clase con las ventanas abiertas, así que…».Con vistas a eso, al ahorro, han formado un comité de acción con representación de los alumnos que se reúne cada cuatro meses para ver qué medidas se pueden adoptar con el fin de evitar el despilfarro.
El objetivo de esta efeméride es promover el uso de fuentes alternativas y disminuir el uso de las energías no renovables para frenar el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el deterioro de los ecosistemas y el agudizamiento del cambio climático.
Los centros educativos están metidos en proyectos destinados a entender qué es la energía, por qué ahorrarla constituye una buena idea y, por lo tanto, por qué todos, alumnos, profesores, padres, políticos, periodistas y cualquier otro, deben —debemos— ponerse en modo «consumo responsable».
Y eso es lo que hacen, por ejemplo, en el ourensano CEM Monteledo, donde Silvia Martínez sigue insistiendo en el ahorro, aprovechando para hablar sobre él porque tienen sensores de luz en muchos espacios. Realizan un gran proyecto de integración con alta participación comunitaria.
Otro aspecto distinto pero en el fondo no muy distante del anterior es objeto de los desvelos de la profesora Noemí Romay en el CEIP de Caión, un pueblo costero de la provincia coruñesa que lleva a cabo una gran iniciativa de concienciación sobre energías renovables y transportes sostenibles frente a la polución y la contaminación, los residuos y la falta de zonas verdes en las ciudades.
Los alumnos de 3.º y 4.º construyeron una maqueta que representa una ciudad sostenible, con sus paneles solares y sin olvidar el transporte, que debe moverse con energías renovables. «También estamos con el tema del reciclaje, y ahí trabajamos con los pequeños —añade Noemí Romay—. Instalamos un punto limpio propio y les explicamos por qué diferenciamos los residuos». El de Caión es un colegio en donde constantemente están sacando adelante ideas relacionadas con Voz Natura, y los de 1.º y 2.º andan enfaenados con la reducción de plásticos.
Hablar de ahorro de energía es toda una invitación a que Ramón Sineiro explique lo mucho que han hecho en el CPR Los Sauces, de Pontevedra, centro pionero en ecoauditoría escolar. «Tenemos residencia, tenemos piscina, y aquí todo lo que es gestión del agua importa mucho», comienza diciendo.
Cambia de tema y añade: «Los alumnos, de manera rotatoria, son encargados de planta, y eso implica revisar las aulas para que la luz no quede encendida, por ejemplo». Y lamenta, aunque se muestra comprensivo, que con el consumo de electricidad haya aumentado con el covid: «Por una parte hay que calentar las aulas, y por otra hay que dar clase con las ventanas abiertas, así que…».Con vistas a eso, al ahorro, han formado un comité de acción con representación de los alumnos que se reúne cada cuatro meses para ver qué medidas se pueden adoptar con el fin de evitar el despilfarro.