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Vigésimo quinta edición (2021-2022)

Las semillas son el futuro, y los colegios de Voz Natura lo saben

 
Y ahora que marzo acaba —y con él el eco-reto #retoplantamos— y se atisban las vacaciones, no es mal momento para recordar que la pérdida de la biodiversidad se ha convertido en uno de los problemas más graves de hoy. Resulta esencial recuperar ecosistemas y sistemas alimentarios autóctonos y locales.

¿Está Voz Natura en esa onda? Está. Los centros participantes llevan a cabo numerosos trabajos con semillas para huertos o para árboles que luego plantan en montes y bosques. Recolección, plantación-cosecha y ecosistemas autóctonos. Ese es el trabajo, esa es la hoja de ruta.

Lo sabe bien Celia Ledo, la coordinadora del CEIP de Porto Cabeiro, en Redondela: «Este curso decidimos hacer un banco de semillas, y nos pareció muy importante que los  niños las conociesen, por lo que estamos elaborando un “muestrario”: las metemos  en unas bolsitas transparentes y ponemos el nombre de cada una». Su idea es exponerlas en un panel «para que se puedan ver e identificar». En total, son dos docenas de alumnos de distintos cursos, de tercero a sexto de primaria, los que están dando el callo. Y felices.

Voz Natura es una iniciativa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre. Cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces. Y llega a todos los rincones, también a esa Galicia profunda tan orgullosa, y con razón, de sí misma. Por ejemplo a la parroquia de Lodoselo, en Sarreaus, donde desde el CDR O Viso se trabaja con un banco de semillas autóctonas que más de un visitante calificó de «espectacular».

El emplazamiento está en el vecino ayuntamiento de Porqueira, al lado de los artesanos Eloi Dávila y Pilar Penín, que son los que reciben a los alumnos y a los que quieren echar una mano, entre los que se cuentan numerosos adultos. «Aquí tenemos gente que ayuda hasta en verano», dice Eloi.

No son los únicos centros, claro, que trabajan en esa línea. Por ejemplo, ahí están el CEE Terra de Ferrol, con su vivero de árboles, o el CEIP Ricardo Gasset, de O Incio, y sus semillas mágicas.

De nuevo es Celia Ledo la que habla: «Fue muy divertido sacar las semillas de las plantas ya secas y verlas con lupa o microscopio». ¿Quién dijo que la botánica era aburrida?